Sembrar los mares, una iniciativa radical para enfriar el planeta…

Esta capacidad del fitoplancton para extraer el dióxido de carbono, CO2, que calienta la atmósfera y producir aerosoles que promueven un enfriamiento adicional, ha hecho que los investigadores promuevan la fertilización urgente de los océanos mediante la siembra global de sulfito de hierro y otros nutrientes, que estimulan el crecimiento del fitoplancton.

El calentamiento global es una preocupación para toda la humanidad, principalmente para los actores relacionados con el desarrollo de la agricultura. No es posible alcanzar los objetivos de alimentar a la población mundial si no se toman medidas radicales para mitigar los efectos del cambio climático y el calentamiento del planeta.

Los daños en los cultivos por el impacto del calentamiento planetario pueden ser irreparables y en ocasiones significan la pérdida total del patrimonio de los productores agrícolas.

Los países se reúnen y toman acuerdos, por lo pronto se han fijado como objetivo el mantener los índices de aumento de la temperatura en los rangos aceptables y no subir de los 2°C. La consigna es adaptarse al cambio climático, según las Naciones Unidas y los países desarrollados, y para esto han destinado recursos importantes para subvencionar a los países más afectados por el fenómeno.

Sin embargo, los investigadores científicos no esperan, ni se suman a la consigna de adaptarse al cambio climático así sin más, y han optado por intervenir de manera efectiva en la mitigación del calentamiento planetario, en este caso específico observando el comportamiento del mar y el fitoplancton, ya que las microalgas son la base de la mayoría de las redes alimentarias oceánicas y en el proceso de fotosíntesis absorben dióxido de carbono de la atmósfera, convirtiéndolo a hidratos de carbono y oxígeno.

Algunas especies de fitoplancton liberan sulfuro de dimetilo, DMS, a la atmósfera, formando aerosoles de sulfato, el cual puede reflejar la luz solar o aumentar la cubierta de nubes y la reflectividad, dando lugar a un efecto de enfriamiento.

Esta capacidad del fitoplancton para extraer el dióxido de carbono, CO2, que calienta la atmósfera y producen aerosoles que promueven un enfriamiento adicional, ha hecho que los investigadores promuevan la fertilización urgente de los océanos mediante la siembra global de sulfito de hierro y otros nutrientes, que estimulan el crecimiento del fitoplancton. Con esto han creado una radical iniciativa de geoingeniería para reducir el calentamiento global, basada en la siembra y fertilización de los mares.

Esta primera iniciativa de investigación científica puede producir efectos colaterales no deseados, porque efectivamente las emisiones mejoradas de DMS reducirían el aumento de las temperaturas de la superficie planetaria a un 1,2 ° C para el 2100, pero también puede tener un resultado negativo en la alteración de las precipitaciones en algunas regiones del mundo, por lo que los científicos seguirán perfeccionando el método de geoingeniería, e invitando a otros a realizar estudios de escenarios de fertilización de los océanos, con el fin de contrarrestar el calentamiento global, producto de la emisión de gases de efecto invernadero.

Fuente: Blueberrieschile.cl – Blueberriesconsulting.com

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