“Nuestro sector necesita mejoras concretas para ganar competitividad, haciendo foco en los costos laborales, de producción y logísticos”

Los números que afectan a la industria del arándano argentina:
El Argentinean Blueberry Committee, ABC, ha solicitado a los representantes del Poder Legislativo “declarar el estado de emergencia” en el sector, en la perspectiva de avanzar en la toma de medidas estructurales que ayuden a repotenciar la industria arandanera argentina en el mediano y largo plazo.

El ABC es una asociación civil que representa a más del 80% de los productores, exportadores y cámaras regionales de arándanos de la Argentina, y nuclea a las regionales del sector, que son la Asociación de Productores de la Mesopotamia, APAMA; la Cámara Argentina de Productores de Arándanos y otros Berries, CAPAB; y la Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán, APRATUC.

La organización clama por gestiones gubernamentales que apunten a retomar la competitividad del sector arandanero que, paradojalmente, en la temporada 2016 tuvo un récord de exportaciones, creciendo un 15%, pero con las más importantes pérdidas económicas de su historia.

Desde los inicios de la actividad de exportación de arándanos, Argentina exportó directamente por vía aérea para estar en las góndolas norteamericanas entre 2 y 10 díasdespués, en vez de las cuatro semanas que lleva transportar por barco, pero en la temporada recién pasada esto le jugó en contra, debido a que el sector productivo viene paulatinamente perdiendo competitividad  y porque ya no se puede sostener la exportación por vía aérea, es un lujo que representa nada menos que un 95 % del total de la fruta exportada. Sólo un 3% de las exportaciones se trasladan por vía marítima, aunque se prevé que ese porcentaje se elevará exponencialmente en el corto plazo, debido a la necesidad urgente de reconversión del sector.

Carlos Stabile, presidente del ABC, reconoce sin embargo que hay problemas en la logística marítima local, “donde los barcos cargueros pueden tardar unos 30 días en llegar al puerto de Miami, cuando Perú y Chile, aún viniendo desde el Pacífico, pueden hacerlo en 15 días“, explica.

Trasladar la fruta en avión cuesta más del triple de lo que se requiere hacerlo vía barco, pero si lo hacemos por barco, llegamos más tarde que nuestros competidores. Aquí hay que hacer un trabajo con las navieras“, expresa el representante de los productores.

Otro factor en contra es la gran oscilación del precio, “porque se puede llegar a pactar con el cliente un precio de USD12 o USD15, y como no se puede devolver la mercadería si el producto llega a destino en condiciones deterioradas, se termina rebajando el precio a USD $5”. Asimismo, por la irrupción de la producción peruana, se vieron obligados a bajar los precios para poder estar en el mercado de Estados Unidos, lo que terminó en conformarse con precios más bajos que en temporadas anteriores.

Perú en 2014 producía 2.000 toneladas de arándanos anuales aproximadamente, en la actualidad llega a las 28.000 toneladas y compite fuerte contra Argentina con esta oferta que logró en un corto tiempo, presionando el precio a la baja. Por otro lado sus costos son mucho más bajos, en especial de la mano de obra, y además su oferta se sitúa en la misma estacionalidad.

Estamos arrinconados, los peruanos hoy producen a un costo de 40 centavos y nosotros a más de dos dólares”, denuncia Carlos Stabile y agrega, “el año pasado el productor perdió plata y puso de su bolsillo, cuando en 2015 había logrado un ingreso de 2,16 dólares por kilo“.

Los otros números que atentan contra la competitividad de la industria argentina son los del costo laboral, ya que en Perú un jornal cuesta USD13 y en Chile USD25 dólares, en Argentina este valor alcanza los USD40. Según la organización, la mano de obra directa empleada es de 700.000 jornales. “Somos conscientes de que el salario de los trabajadores argentinos es el más alto de la región y eso es positivo, ya que nos pone en un estándar social superior al de otros países competidores. Por eso el objetivo es buscar otros caminos que no perjudiquen al trabajador ni al productor”, señalan.

En el ABC describieron que la actividad de producción de arándanos, que se lleva adelante en el Norte (Salta y Tucumán), en Noreste, NEA (Corrientes y Entre Ríos), algunas zonas del norte de la provincia de Buenos Aires y el noroeste argentino, NOA, cuenta con una inversión de USD137.5 millones, con 2.750 de hectáreas plantadas y una producción anual de 21.000 toneladas, de las cuales se exportan 17.000.

Según ABC, las exportaciones netas – en precio FOB – son USD110 millones aproximadamente, y los principales destinos son EEUU (65%), Reino Unido (15%), Europa Continental (15%), Canadá (4%), Singapur (1%), Brasil (1%), entre otros. Llegando a 26 mercados internacionales a los que se exporta actualmente.

Trabajamos para posicionar a la Argentina como el supermercado del mundo”, resalta Stabile, y agrega finalmente:

Nuestro sector necesita mejoras concretas para ganar competitividad, haciendo foco en los costos laborales, de producción y logísticos

Los cerca de 130 productores del país, que abarcan casi unas 2.400 hectáreas de producción, están conscientes que entre los desafíos futuros van a tener necesariamente que reconvertirse y poner el foco en la eficiencia y la productividad, además de la búsqueda de nuevos mercados.

En esta perspectiva de reconversión, el 28 de junio, en el Hotel Sheraton de Tucumán, se realizará el 8° Seminario Internacional de arándanos, organizado por Blueberries Consulting, en conjunto con AGQ Labs International, con el apoyo de Apama y Apratuc.

Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting

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